A corto plazo lo que más importará será la gestión heredada de los últimos años. Los bancos han tomado sus precauciones y cierto es que no se han otorgado créditos de forma indiscriminada, la banca tuvo un crecimiento en este aspecto y sus créditos han sido selectivos, sin embargo tambien es cierto que la crisis laboral y la política nacional ha llevado a muchos acreditados a la morosidad agudizando problemas que deberán en breve entrar en una fase de reestructuración con pocos frutos visibles . Será clave la gestión adecuada y bien administrada del pasivo, que se sumará a otras variables como la rentabilidad, la oportunidad, el riesgo en los créditos y porsupuesto el costo de los paquetes disponibles.
La morosidad tiene su proceso y se apareja con la política de gobierno en forma siclica llegará su punto -en unos 6 ó 9 meses- habrá nuevos portafolios diponibles, Las recuperaciones serán lentas por el exceso de oferta de inmuebles. También serán más abundantes que en los años noventa debido a que las crisis han entrado nuevamente en su fase aguda repercutiendo en los créditos con garantía hipotecaria del sistema Hipotecario mexicano.